El 9 de Junio de 1980 se hizo pública la reforma al artículo 3ro de la constitución mexicana, en el que se garantizaba constitucionalmente el principio de autonomía y autogestión universitaria. Dicha reforma otorgaba a las universidades el derecho absoluto a auto-organizarse, es decir; elegir su forma de gobierno, gestionar sus recursos de forma independiente, escribir su propia ley y lo más importante, garantizar la libertad de cátedra, investigación y discusión de las ideas. Hasta ese entonces, las universidades estatales gozaban de una autonomía a medias, se les permitía elegir a sus rectores y redactar sus leyes bajo la supervisión del estado y sobre todo, permitían al gobierno intervenir de forma legal en los asuntos escolares, lo que llevó a atropellos como el de 1968. Durante la década de los 70 numerosos grupos de estudiantes y académicos se organizaron para luchar por una autonomía total, y el trabajo de todos ellos, en las aulas y en el congreso, acabó rindiendo frutos.

Terremoto de 1985
El terremoto de 1985 Posiblemente el desastre natural que más impacto ha tenido en el México moderno es el sismo que sacudió al pacífico mexicano el 19 de Septiembre de 1985 y sus fatales consecuencias, especialmente en la Ciudad de México. El movimiento telúrico tuvo una magnitud de 8.1° Richter, y ocasionó daños en varios estados del territorio mexicano: En Lázaro Cárdenas, Michoacán, el 50% de las construcciones se declararon inservibles, en las playas de Guerrero, un maremoto ocasionó daños en las poblaciones, también en Jalisco, Colima, el Estado de México, Morelos y Puebla. Sin embargo, por la composición del subsuelo pantanoso y la estructura de las construcciones, el lugar más afectado fue la ciudad de México. La falta de protocolos de emergencia y el incumplimiento de normas de construcción, hizo del incidente una tragedia. Cientos de edificios colapsaron, viviendas, departamentos, hospitales, etc., y muchos otros fueron dañados. Las calles se agrietaron y se hundieron, el drenaje colapsó y el metro dejó de funcionar. Ante la falta de respuesta del gobierno, los habitantes de la ciudad se volcaron a la labor de rescate y durante semanas se rescataron miles de personas y cadáveres. El gobierno rehusó la ayuda internacional y censuró las cifras de muertos y daños, hoy en día no se sabe el número de muertos, pero las cifran van de los 5,000 a los 15,000. La sociedad mexicana recuerda ese día como uno de los más traumáticos hasta la fecha.

Economía
La deuda externa que ostenta México actualmente no es nueva. Se contrajo hace ya varias décadas y hasta el año presente no se ha podido pagar, todo lo contrario, ha aumentado año con año.
Durante la década de los 80’s, la deuda externa contraída por el Estado Mexicano incrementó significativamente. Datos del Banco de México (Banxico) estiman que la deuda ascendía, en 1982, año en el que la crisis económica se experimenta con mayor intensidad, a un billón seiscientos sesenta mil cien millones de pesos, de los cuales, 10,879 millones de dólares fueron pagados por concepto de intereses (29.8% más que en 1981).
Las causas que llevaron a México a tener una deuda externa tan elevada fueron tanto domésticas como internacionales.
Dentro del ámbito de las causas domésticas se puede mencionar el crecimiento de las filas burocráticas durante el gobierno de López Portillo, crecimiento que no sólo redujo significativamente los ingresos petroleros sino que generó más deuda para poder sufragar los gastos de mantenimiento del excesivo aparato burocrático. En este sentido, el Banxico estima que durante 1983, las erogaciones por servicios personales (gastos generados por el mantenimiento del aparato burocrático, principalmente) fueron de 1,164.2 miles de millones de pesos.
Con respecto a las causas internacionales, el decrecimiento el precio del barril de petróleo experimentado durante los 70’s hicieron que el punto fuerte de México, el petróleo, no generara las ganancias esperadas y, por lo tanto, no pudiera ingresar las cantidades de dinero necesarias para sufragar los gastos del país. Asimismo, el incremento en la tasa de interés por parte de Estados Unidos hizo que, como se observó anteriormente, México pagara año con año mucho dinero por concepto de intereses y no de la deuda en sí.

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